¿Qué quiso decir Jesús cuando afirmó que él no vino a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento? ¿Hay personas justas que no necesitan de arrepentimiento?
Para entenderlo, leamos el texto que se encuentra en Lucas 5: 27-32 donde dice: "Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Respondiendo Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento"
Quizá de lejos preguntaron a los discípulos de Jesús: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? En otras palabras: ¿Por qué Jesús y sus discípulos tienen contacto con personas despreciables como los publicanos y pecadores?
Para hacer esta afirmación, se supone que quien la hace debe ser una persona justa, pura y perfecta. Pues los escribas y fariseos se miraban a sí mismos de esta manera. Según sus propios estándares, ellos eran justos, puros y perfectos.
¿Cuál fue la respuesta de Jesús? Pues les dijo: Los sanos, no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Por medio de esta ilustración, Jesús está dejando al descubierto el problema básico de los escribas y fariseos. Les está quitando el manto de piedad que escondía la bajeza de su carácter. Los sanos no tiene necesidad de médico. Si una persona no tiene ninguna enfermedad, no necesita en absoluto la intervención de un médico.
Aclarando toda duda, estimado lector, debe entender que todos necesitamos de Dios.