CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no tomo precauciones al manejar el auto
El accidente que ocurrió
ayer en Loma Cová, donde un bus de la ruta Vacamonte se volteó
con todos sus pasajeros dentro, fue una desgracia anunciada.
Decimos esto porque siempre que llueve sobre esa vía, algo de
esto ocurre, y los conductores de buses lo saben. No obstante, nadie pone
cuidado ni bajan la velocidad ni toman las precauciones del caso.
Por el contrario, cuando llueve los conductores hunden el pie en el acelerador
y asumen velocidades insospechadas. La vía, como es de esperar en
estas calles de alquitrán, se torna jabonosa cuando llueve y los
autos patines.
En ocasiones han ocurrido hasta diez accidentes de tránsito en
menos de dos horas, con saldos desastrosos. De este accidente, a la hora
de cierre de la edición de hoy no se tenían los saldos definitivos,
pero no son buenos. No se imaginan los conductores los traumas que quedan
después de accidentes como estos.
Cuando llueve es menester que quien maneja carros ponga el doble del
cuidado que pondría en condiciones normales, y es necesario que las
autoridades del Tránsito se sacrifiquen y salgan a la vía
a controlar a los automedontes.
La cuestión es de parte y parte. Los unos, conductores, deben
entender que la lluvia es un factor desencadenante de accidentes. Los otros,
policías, deben cumplir su labor de salvar vidas y salir bajo la
lluvia a cuidar a la ciudadanía.
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