Carrera por la vida
Antonio Pérez
Crítica en Línea
Es la madrugada de cualquier
día del año, César termina de recibir sus tratamientos
en la sala de hemodiálisis de la Caja de Seguro Social, su cuerpo
está desgastado, a pesar de que tiene 17 años sus piernas
no tienen la suficiente fuerza para mantenerlo de pie.
Su madre es su única compañía, no tienen un vehículo
disponible para trasladarse a su residencia en Las Mañanitas de Tocumen,
a esa hora de la madrugada lo que menos hay es un bus colectivo, y los transportes
selectivos prefieren utilizar esa frase que ya se les ha hecho costumbre:
"No voy para allá", sin tomar en cuenta que la tarifa mínima
en este sector de la ciudad es de diez dólares.
Durante tres veces a la semana César pasa por la misma suerte,
pero su deseo de vivir lo llena de valor para hacer todo su esfuerzo posible
y llevar una vida normal como cualquier otro adolescente.
Cuando termina sus tratamientos de hemodiálisis, y después
de tantos intentos para conseguir un transporte que lo lleve a su casa,
son pocas las horas que utiliza para dormir, porque le espera otro deber;
tiene que estudiar, para luego ponerse su uniforme y dirigirse a la escuela.
César cursa el sexto año en el turno vespertino de un colegio
ubicado en el corregimiento de Juan Díaz. A pesar de sus dificultadas
tiene buenas calificaciones.
Su sueño es poder hacer una vida normal como sus compañeros,
salir al cine y comer lo quiera, salir a una fiesta y tomar cualquier tipo
de bebida sin el temor a que su riñón no pueda liberar los
tóxicos.
Para que César pueda hacer todas estas cosas, la única
salida es un transplante de riñón, puede ser de un pariente
vivo o de un cadáver que sea compatible con él.
La primera propuesta no es favorable para César, porque si alguien
de su familia se ofrece a donar un riñón puede que con tiempo
padezca de insuficiencia renal y él no quiere ese sacrificio, por
eso la segunda propuesta es la más aceptable.
Allí están las esperanzas de César, que es el reflejo
de muchos jóvenes que padecen esta enfermedad y de otros pacientes
que a pesar que no tengan la edad de un adolescente, sueñan vivir
lo suficiente para hacer cumplir sus metas.
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APUNTES |
¿Qué es el Manto de Turín?
El Santo Manto o Sábana Santa, que una sólida
y sustentada tradición señala como el manto que envolvió
el cuerpo de Jesús, es una fina pieza de lino de 3 pies y 7 pulgadas
de ancho, y 14 pies y tres pulgadas de largo (exactamente 8 por 2 cubits,
la antigua medida usada en Israel).
El manto lleva la imagen detallada del frente y la espalda
de un hombre que fue crucificado de manera idéntica a Jesús
de Nazaret según describen las Escrituras.
El manto está en Turín, Italia, desde 1578
y es puesto a exposición pública apróximadamente una
vez por cada generación. La última exhibición previa
a la extraordinaria que se viene realizando como preparación al Jubileo
tuvo lugar en 1978, y en cinco semanas, aproximadamente 3 y 1/2 millones
de peregrinos la visitaron.
Con el fin de determinar el modo cómo la imagen
se imprimió en la sábana, más de 1000 investigaciones
científicas de las más diversas especialidades han sido realizadas
y se le han tomado 32,000 fotografías.
Estas investigaciones han hecho de la Sábana Santa
la reliquia más estudiada de la historia.
En la tela se ha encontrado polen de flores que crecen
en la época de Pascua en el Mar Muerto, así como residuos
de polen de Francia y Turquía. Polvo de tipo travertino - aregenito,
como el que se encuentra en los alrededores de Jerusalén fue encontrado
en los pies, rodillas y nariz de la imagen. |
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