Panamá, 10 de abril de 2008.
En nombre del Círculo Colombiano de Reporteros Gráficos y en el mío propio, doy los más sinceros pésames por la muerte, infame, traicionera y criminal de nuestro colega Eliécer Santamaría, convirtiéndose en otro mártir del periodismo.
El reportero gráfico es un hombre que ve más allá, es un pensador,
soñador, yo diría que hasta poeta, es un ser de racionamiento
inquieto, poseedor de una creatividad
rápida;
Una persona abnegada rodeada de peligros en busca de la noticia y la verdad de una manera oportuna y real; Es imprescindible, porque con su esfuerzo y
recursos, se convierte en el archivo de un pueblo, de un país, en el archivo de la historia.
En sus archivos tan viejos encontraréis: el niño que viene a la vida, la
unión de la pareja que se ama, los cataclismos de los pueblos... en fin,
todo aquello que tiene relación con los intereses de una nación que
necesita el rápido conocimiento
cotidiano.
El reportero gráfico detiene los instantes de la vida. La alegría de los pueblos y de los hombres, como también la tragedia y el dolor.
El fotógrafo es un ser que en silencio está en lucha, captando con su lente, inquieta, copiando los preciosos aconteceres de la sociedad, de
las cosas y de los hombres.
En los anales de los pueblos está el culto histórico a quien captó en su
cámara, los felices momentos de los hombres y de los hechos más
culminantes han quedado en un archivo, la evolución que caracteriza
el progreso y sacrificios de un periodista.
Eliécer Santamaría fue ese reportero.
Su amigo y colega, Jaime Guerrero Jaiguer.