El dirigente de los Medias Blancas, Ozzie Guillén, acusó el miércoles al árbitro Phil Cuzzi de llevar una vendetta en su contra, dos días después de ser sacado de un partido por quejarse del canto de bolas y strikes.
Cuzzi, quien arbitraba detrás del plato el lunes, botó a Guillén en la tercera entrada cuando el mánager venezolano surgió del dugout luego de que Cuzzi le cantara un strike a Paul Konerko. Esta fue la 13ª. ocasión en que Guillén es botado de un partido desde que fue contratado como dirigente de los Medias Blancas en el 2004.
"No me gusta ese tipo detrás del plato", dijo Guillén antes del juego del miércoles contra los Mellizos de Minnesota.