El sagrado rosario se ha convertido en el protector de una familia en La Colorada de Mañanitas, que habita una diminuta casa sin puertas, de madera deteriorada por el comején y el tiempo, con retazos de hojas zinc oxidadas y agujeradas, piso de tierra y un agujero en su parte trasera.
Este es el entorno que rodea Luisa Sánchez Martínez de 82 años de edad y su esposo Isidro Collado, de 66.
Este sencillo, pero significativo Rosario, guarda muchas peticiones. Súplicas que Luisa implora todas las noches a partir de las de las 7: 00 hasta las 8: 00. La señora Luisa, no se aparta de este sagrado collar, ya que siempre lo lleva sobre su cuello con fe de que algún día Dios cumpla sus mayores anhelos, algunos de ellos son: alimentos, vivienda y sobre todo salud.
A causa de una aparición de hongos por la diabetes, a Luisa le amputaron su pierna derecha, mientras que en el pie izquierdo tuvieron que sacrificar uno de sus dedos.
Luisa reposa sobre una cama donde el colchón está roto y con alambres oxidados al descubierto. Este colchón se encuentra sobre una vieja tabla con patas hecha por el señor Collado, quien duerme también en una cama de madera cubierta con un cartón.
Sólo cuentan con las camas, dos mesitas a punto de caerse, un fogón casi improvisado y un pequeño tronco que sirve de asiento. A parte de no contar con luz eléctrica, el agua llega por una pluma que se encuentra fuera de la casa.
Collado todos los días se levanta temprano para trabjar limpiando lotes y cargando madera, teniendo como ganancia de seis a siete dólares diarios. A veces sólo alcanza para la comida, por tener que comprar pañales desechables a su esposa y otras cosas necesarias, aunque recibe ayuda extra de tres de sus cinco hijos: Antonio Collado Sánchez, Celestino Delgado Sánchez y Efigenia Delgado.
Una hora a pie en un camino de tierra es el tiempo que le toma al señor Collado salir del sector por donde reside, para iniciar su faena laboral.
NECESIDADES
Con un nudo en la garganta, Collado mencionó que su esposa Luisa necesita una silla de ruedas y de esta manera, pueda desplazarse con mayor facilidad, dentro y fuera de la casa. Incluso, para trasladar a la señora Luisa a sus citas médicas, se necesita treinta balboas, quince ida y quince venida y dinero para sus caros medicamentos.
Por cargar materiales pesados y no almorzar a Collado, en un centro de salud se le receto una medicina llamada Vino de Carne y Hierro para la buena circulación y fortalecimiento de la sangre, según nos dice el señor Collado.
"No puedo usar zapatos, porque me caigo, no se caminar con ellos, sólo uso cutarras", afirmó Collado cuando le preguntamos si necesitaba vestuario ropa y cuales eran sus tallas.
Esta familia sueña con vivir en una casa de concreto, con un buen piso, dentro y fuera del hogar, después que sea en el terreno donde actualmente viven. Terreno que fue regalado por un señor de nombre Jaramillo.
Si usted siente interés en ayudar a esta humilde familia, haga sus donaciones de alimentos a las instalaciones de Epasa o llame al número 292-6283 y preguntar por María Del Carmen (nuera de la señora Luisa Sánchez).