El Diálogo Nacional ha dado frutos con los primeros acuerdos tripartitas y que están a la espera de los procesos que tienen que sufrir dentro de la Asamblea Nacional.
Empresarios, sindicalistas y políticos en posiciones muy distantes, disminuyeron la separación para definir las primeras fórmulas que nos lleven a una reactivación económica.
El diálogo es un éxito político y en las soluciones es el principio de otras más que, como metodología y buena experiencia, debe seguir manteniendo el Organo Ejecutivo.
Es más, gracias a ese diálogo se pudo promediar entre los intereses sindicalistas y empresariales y se evitó que la voracidad del poder financiero, en complicidad, con la clase política, se terminaran comiéndose el Fondo Fiduciario para el Desarrollo.
Lo que no se puede entender es por qué siempre que el gobierno realiza intentos por enfrentar la crisis económica, nunca lleva un ordenamiento estratégico y práctico para convencer a todos los sectores de la sociedad panameña. "El menú" quiere que la sociedad lo digiera en su totalidad y cuando uno va a comer escoge siempre un número de la carta.
Por eso, uno se pregunta cuál es el apuro de entrar a las Reformas Tributarias, que muy bien podrían ser justas cuando no se han terminado las etapas de los resultados de esta importante reunión de todos los sectores de la sociedad organizada. |