Hasta hace unos cuantos años, la pepita de marañón era sólo para asar en familia. Sin embargo, ésta con el pasar del tiempo se ha convertido en fuente de ingresos económicos a cientos de familias de Vista Hermosa y el norte de Penonomé. Ahora la recogen y la venden.
UTILIDAD
Gracias al proyecto del Comité La Esperanza, de Vista Hermosa de Penonomé, ahora muchas personas pueden darle utilidad a esta pepita, pues la recogen de árboles de diferentes sectores y la venden en la casa de una familia que se ha convertido en centro de acopio de la pepita de marañón.
PROPULSOR
El padre Fernando Guardia, quien preside el comité, fue quien planteó este proyecto a la comunidad, el que ha dado buenos resultados, pues ahora las personas recogen la pepita y la embolsan, la llevan a un centro de acopio y allí le pagan 10 centavos por libra, que es un nuevo ingreso económico de cada familia que participa.
En el centro de acopio reciben pepitas de marañón de Vista Hermosa, el área norte de Penonomé y otras comunidades, en donde hay muchos árboles de marañón y antes se perdía esta semilla por falta de orientación acerca de la importancia económica que tiene en el mercado nacional.
EL PROYECTO
Este proyecto se inició en el año 2005, según cuenta el señor Esteban Elis, miembro del comité.
Él asegura que la labor del padre ha sido muy positiva en esta comunidad, porque se busca una manera de salir adelante frente a las adversidades, y una de ellas es precisamente recoger pepitas de marañón que hay en cualquier lugar para venderlas.