El joven Ricardo Livignton, se fajó bien duro durante estos días de Semana Santa vendiendo cartuchos para llevar el pan de cada día a su numerosa familia que vive en el barrio de El Chorrillo.
A los 15 años, mientras otros adolescentes jugaban despreocupados en las calles, este muchacho se echó sobre los hombros la reponsabilidad de trabajar, para ayudar a sus cuatro hermanos menores que se encuentran estudiando.
Desde 1995, su puesto de venta permanente ha sido la puerta del Machetazo de Calidonia, donde es un personaje bastante conocido por las amas de casa y los taxistas.
EL MEJOR DIA
“Uno de los mejores días de venta fue el Jueves Santo, la gente hizo sus compras para la conmemoración de esta fiesta cristiana y de paso me compraron muchas bolsas y sacos”, destacó.
“Aquí, siempre se vende algo, a veces me gano 10 dólares, otras un poco menos, pero de todas maneras le doy gracias a Dios, que siempre me ha dado muchas bendiciones”, subrayó.
ESTUDIA DE NOCHE
Debido a las exigencias de su trabajo no pudo continuar sus estudios normalmente; pero, ahora ha decidido volver a las aulas y se encuentra estudiando en un colegio nocturno de la localidad.
Su jornada laboral empieza a las 8:00 de la mañana y se extiende a lo largo de la tarde hasta las 7:00 de la noche, a esta hora se retira hacia su escuela para seguir estudiando y preparándose para salir adelante.
Pese a su extenso itinerario de trabajo, Livington derrocha energía en cada una de las actividades que desarrolla porque tiene la esperanza de que la inversión y el esfuerzo desplegado, algún día tendrá su recompensa”.