El embajador iraní ante el Reino Unido, Rasoul Movahedian, ha pedido al Gobierno de Londres un "gesto de buena voluntad" en respuesta a la liberación de los quince militares británicos capturados por Teherán el pasado mes de marzo.
"Nosotros desempeñamos nuestro papel y mostramos nuestra buena voluntad. Ahora corresponde al Gobierno británico proceder de una forma positiva", afirma Movaheidan en una entrevista publicada por el "Financial Times".
El embajador señala que la liberación de los soldados británicos no está vinculada a la detención en Irak, a comienzos de año, de cinco "guardianes de la revolución de Irán" por parte de tropas de EE.UU. que aún retiene a esos iraníes.
Sin embargo, Movaheidan indica que si el Reino Unido "quiere ayudar y utilizar su influencia", su país aplaudiría esa actitud.
Además, el embajador insta a la comunidad internacional a "recoger los frutos" de la decisión de liberar a los británicos y pide a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China) que reconozcan el derecho iraní a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos.
Aunque el régimen de los ayatolás insiste en que su programa nuclear sólo está dedicado a fines civiles, como generar energía eléctrica, Estados Unidos y la Unión Europea consideran que Irán pretende construir armas atómicas.
Los soldados británicos, (ocho marinos y siete infantes de Marina, incluida una mujer), fueron detenidos el 23 de marzo en aguas del Golfo Pérsico por la fuerza naval iraní, que les acusó de invadir su territorio, algo que Londres ha negado reiteradamente.
Los militares llegaron el pasado jueves al aeropuerto londinense de Heathrow, después de que presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunciase el día anterior por sorpresa su liberación como "regalo al pueblo británico".
Entretanto, la Cancillería iraní dijo que la conferencia de prensa de los marinos británicos en la que aseguraron haber sufrido una "constante presión psicológica" durante su cautiverio fue un "completo montaje teatral".
En una declaración, el Ministerio afirmó que la conferencia "no puede ocultar el error" de los británicos de haber "entrado ilegalmente" en las aguas iraníes.