Siempre hemos dicho que no hacer ejercicios por hacer. Hoy sabemos que la forma en la que hacemos las diferentes rutinas puede hacer la diferencia a la hora de bajar esas libras de más.
Es conveniente recordar los siguientes puntos al realizar ejercicio para la obesidad:
Son preferibles largas sesiones de ejercicio (30 minutos o más) con muy baja intensidad.
Dos sesiones semanales es el mínimo, pero es mejor llegar a hacerlo todos los días.
Conviene empezar por natación, continuar por ciclismo o remo, luego caminar, trote y por último, carrera. Comenzar en terrenos blandos y con calzado deportivo que amortigüe el impacto en el piso.
El ejercicio individual es más fácil para regular la intensidad y la cantidad que los deportes de equipo en los que importa ganarle a alguien
Siempre debe realizarse simultáneamente con una dieta de bajas calorías. No eliminar totalmente los hidratos de carbono de la dieta si se hace ejercicio para evitar la sensación de cansancio crónico.
Hacer más movimiento en las actividades cotidianas.