Dos presos murieron y siete quedaron heridos tras una rebelión que duró aproximadamente 14 horas en una comisaría del litoral norte del Estado de Rio de Janeiro, provocada por una pelea entre bandas rivales, dijo a la AFP una fuente policial.
Uno de los grupos exigía la transferencia de sus 'enemigos' a otra prisión y reclamaba por el hacinamiento en la zona de celdas de la comisaría de Macaé, que tiene capacidad para 60 detenidos pero albergaba a 156.
La tarde del martes, 61 presos fueron transferidos para otras unidades, informó el comisario Felipe Bittencourt do Valle a la agencia O Estado.
La policía no respondió a las exigencias de los detenidos sino que "la idea de retirar a un grupo de presos ya existía. Ganamos a los detenidos por cansancio", afirmó Bittencourt.