El Chelsea mostró ayer que puede vencer en el fútbol aun sin la presencia de su entrenador y talismán, el portugués José Mourinho, al derrotar cómodamente al Bayern Munich por 4-2 por los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Chelsea abrió el marcador al minuto 4 cuando Joe Cole ingresó con el balón dominado y lanzó un violento disparo, que caprichosamente se desvió en un zaguero y terminó dentro del arco.
Conducido por Frank Lampard, el Chelsea continuó dueño y señor del terreno en todo el primer tiempo, pero al minuto 52 Bastian Schweinsteiger consiguió el empate luego de un rebote concedido por el arquero Petr Cech.
Lampard puso el 2-1 a los 59 y amplió la ventaja a 3-1 con un gol de mediavuelta al conectar el balón con el pie izquierdo a los 69 minutos. Didier Drogba aumentó la goleada a 4-2 a los 80 minutos.