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Sin adentrarnos en la historia sobre el hundimiento del majestuoso trasatlántico británico, "Titanic", se sabe que la tragedia ocurrió cuando esa mole flotante de hierro, acero y madera, chocó contra otro mole, ésta fija, conocida como un "iceberg" o témpano de hielo.
Nuestro país, Panamá, es comparable, proporciones guardadas, con aquel vapor que aquella fatídica noche desapareció en las profundidades del mar. Panamá ya chocó con un "iceberg" llamado "corrupción", de la cual ni siquiera el "médico chino" nos puede salvar. Agréguele usted a esa corrupción el asunto de los tratados de libre comercio, que tan campantemente estamos firmando con algunos países; añádale la nefasta globalización que fue creada por las potencias financieras del mundo para estrangular las magras economías de los llamados países en vías de desarrollo (condición esta de la cual, al parecer, nunca vamos a salir); aderece todo esto con la sempiterna intromisión de gobiernos extranjeros, especialmente el gringo, en los asuntos internos de nuestro país, sumado al desmedido crecimiento del desempleo... esas insatisfacciones sociales, cual gigantescos copos de nieve, han permitido la formación de ese témpano llamado "corrupción" contra el cual nuestra nación ha chocado, y que va a ser la causa del hundimiento sociopolítico, socioeconómico y sociocultural de este país.
Reconozco, sin embargo, y no hay duda de ello, que esta situación no es del todo achacable a la actual administración; reconozco igualmente que la presidenta Mireya Moscoso está tratando de hacer todo lo que está a su alcance para desviar la peligrosa trayectoria que lleva este gran barco llamado Panamá... Pero el intento de la señora Presidenta se queda corto frente a tantas mafias nacionales e internacionales, que disfrazadas como macro proyectos de inversión, con pseudo programas de cooperación y ayuda para combatir el creciente tráfico de drogas y lavado de dinero, nos están asfixiando, y, poco a poco, estamos perdiendo "hasta el modo de caminar", como en buen panameño solemos decir. ¿Qué hay que hacer para sobrevivir a esa inminente catástrofe nacional llamada, "Explosión Social"? Muy sencillo... dejar de pelearnos los unos con los otros, y cerrar filas en torno a nuestras autoridades asentadas en los tres poderes del Estado, para no sólo demandar de ellas las acciones que se deben diseñar para salir de esta situación, sino dejar de lado nuestro egoísmo y nuestras intransigencias, brindando a la Patria nuestros mejores talentos. |
