Mañana a las 2 de la tarde en el Parque del Recuerdo, ubicado en Milla 8, Villa Zaita, se realizará el sepelio de los cuatro hermanos, Solís Fernández, muertos por inhalación de gas tóxico el pasado domingo.
La madre de Manuel Elías, Luis Ernesto, Aníbal y Manuel -fallecidos mientras realizaban un trabajo de limpieza y mantenimiento en un tanque de desechos orgánicos de avícolas de la empresa Recuperación de Proteínas S.A, ubicada en Calle 1ra, Juan Díaz- habló con Crítica.
Marcelina Ferández, chorrerana de 60 años, no cree que sus hijos están muertos. "Me parece mentira, y pienso que ellos regresarán a casa", dijo con voz quebrada y angustiosa.
"¿Qué piensa usted de todo esto? La empresa debió explicarle a mis hijos dónde los iba a meter", cuenta.
Luego Marcelina reflexiona y se pregunta. ¿Por qué no fue uno, sino los cuatro de un sólo tajo? Al mismo tiempo, eleva la vista al cielo y guarda silencio. !Dios mío! Eso es lo que más duele. "No he dormido nada más que 3 o 4 horas desde que ocurrió la tragedia", expresó la chorrerana.
ANECDOTA
El sábado nada más, me acuerdo que llame a "Lucho", mote de Luis Ernesto Solís, para invitarlos a una junta porque iba a matar una gallina, en la casa, ubicada en el Pedernal de Chilibre, recordó la madre de los Solís.
Todos vinieron a la casa ese día y la pasamos muy bien. Ellos eran muy chistosos y me duele que se hallan muerto, pero Dios sabe porque hace las cosas.
"Todavía el domingo, horas antes que se fueran a trabajar, como era muy temprano, y no habían desayunado, les preparé unas yucas", explicó Marcelina.
Manuel Elías, el mayor de los difuntos, dijo a su madre entre risas que si esas yucas eran "para los cuatro puerquitos".
NO ERAN SUBCONTRATISTAS
No formaban parte de una empresa subcontratista, eran trabajadores independientes. Vidal Cerrud, uno de los dos sobrevivientes, negó lo dicho por el MOP de que había máscaras.