Familiares de víctimas y de afectados por el consumo de medicinas envenenadas con dietilenglicol protestaron ayer frente a la Corte Suprema de Justicia por la demora en emitir un pronunciamiento sobre el caso.
Los manifestantes llevaron dos cajas negras que simulaban ataúdes y las colocaron en las escalinatas del edificio de la Corte.
La magistrada Esmeralda de Troitiño salió a atender a los manifestantes y les dijo que ya hay un proyecto de pronunciamiento, pero las respuestas no lograron calmar al grupo que protestaba. (Foto: Alejandro Méndez).