Una mujer italiana, cuyo furioso marido se negó a tener relaciones sexuales con ella durante siete años, recibirá una indemnización por su divorcio, según ordenó esta semana el Tribunal Supremo italiano.
Francesco comenzó su "huelga de sexo" a principios de la década de 1990 para castigar a su mujer, Piera, por tomar partido en su contra en una disputa familiar sobre dinero.
Se separaron en 2000 y Francesco, todavía convencido de que ella era la responsable de la ruptura del matrimonio, se negó a pagar la pensión requerida por los tribunales italianos.
"La negativa de afecto o atención sexual debe constituir la culpa de la separación", dijo el tribunal.