Al parecer los chinos también están contagiados con el juega vivo. En la madrugada del domingo el Chino Mario Ng, de unos 35 años y dueño del Restaurante Cantón en la Siesta de Tocumen, se negó a pagar el dinero que se ganó un cliente en una de las máquinas de caballos, propiedad del asiático.
Al chino le salió la bruja, ya que el ganador de los B/.697, no era un Don nadie sino un policía que se encontraba de día libre.
El suceso comenzó cuando el cabo ganó la apuesta en la máquina, pero el aparato no le daba dinero.
En esos momentos se dirigió donde el dueño y le dijo que había ganado y quería su plata. Estas palabras endemoniaron al Chino, quién le gritaba que no le iba a dar nada.
La discusión cada vez era más fuerte, Ng se negaba a pagar el dinero, ya que alegaba que esa máquina estaba dañada, pero la misma no tenía nada que lo dijera y trabajaba muy bien, dijo el policía.
El miembro de la policía se cansó de discutir con el asiático y llamó a sus colegas para que los trasladaran al juzgado, y ahí arreglar la situación con el chino que trataba de congearlo.