|
La tortura es la única figura que podría hacer hablar a la panameña Shashana Johnson, prisionera de guerra en Irak, dijo el ex general retirado Rubén Darío Paredes. Según la convención de Ginebra, los prisioneros únicamente están obligados a dar su nombre, número de serie o registro militar y su lugar de nacimiento. No más de allí, dijo. Sobre la tesis de que Shashana haya estado emitiendo una especie de señales con sus ojos en la televisión iraquí, para indicar quizás un área geográfica en Irak, Paredes dijo que es probable que estuviera perturbada en ese momento. "Quizás es porque le hablaban de dos lados en diferentes idiomas".
La panameña ha aparecido muchas veces en las cadenas de televisión internacionales moviendo sus ojos de lado a lado, por lo que se presume que intente decir a altos mandos del ejército de Estados Unidos dónde los tienen ubicados. El general Paredes descartó la posibilidad y reiteró que bajo ninguna circunstancia Shashana debe estar obligada a revelar secretos militares, pero también indicó que, si desea hacerlo, está en libertad de ampliar detalles, dijo.
La reservista del Ejército de EEUU, Shashana Johnson, de 30 años y residente de El Paso, Texas, se convirtió el pasado domingo en la primera ciudadana de origen panameño en ser capturada por tropas leales a Saddam Hussein.
Johnson apareció en el video de la televisora Al Jazeera, un tanto asustada, con un tobillo vendado. Sus ojos miraban temerosos de lado a lado, quizás observando a los iraquíes que la vigilaban detrás de las cámaras de la televisora árabe. |
