Panamá ante la discriminación racial
Por: Marco Austin
Oficina Pro-Igualdad de Oportunidades y Acción Ciudadana
El día de ayer 21 de marzo se celebró, a nivel internacional, el Día Mundial para la Eliminación de la Discriminación Racial. Esta celebración es el resultado del esfuerzo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en cuya Asamblea General se aprobó el 21 de diciembre de 1965, la convención que consagra este día para tan importante propósito y fue ratificada en Panamá el 16 de agosto de 1967 (Ley 49 de 1967).
Esta convención, que entró en vigor el 4 de enero de 1969, busca eliminar toda forma de discriminación por razones de raza, color, linaje y origen nacional o étnico, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.
Discriminar a una persona por aspectos relacionados al color de su piel o por cualquier otra razón es un acto criminal que afecta a la sociedad entera y que tiene efectos perniciosos en la conformación social, cultural y económica. Todos conocemos el alcance y la tragedia relacionada con el sistema de Apartheid (dominación de la minoría blanca sobre una mayoría negra) que imperó en Sudáfrica y sus efectos sobre el conjunto de la sociedad. Igualmente, todos conocemos las noticias que surgen a diario y que reflejan las luchas étnicas y religiosas que viven pueblos enteros en todo el mundo y que amenazan la existencia misma de algunos grupos humanos.
La República de Panamá, especialmente la ciudad capital, desde sus primeros años ha sido bendecida con una pluralidad, "un crisol" de razas y de culturas que se han constituido como una fortaleza social de nuestro país. Sin embargo, un conglomerado social con tal complejidad étnica crea, igualmente, espacios para los conflictos y problemas interraciales. Afortunadamente, en nuestro país estos conflictos y problemas suelen tener baja intensidad y se ubican sustancialmente en el plano de los prejuicios y las valoraciones acerca de algunos grupos humanos, manteniendo siempre la potencialidad de afectar sustancialmente a la sociedad.
Por lo anterior, la Alcaldía de Panamá, reconociendo la riqueza social de nuestra multietnicidad y su papel como agente encargado de velar por la armonía social y cultural de la sociedad en la capital lucha constantemente contra las diversas formas de discriminación social.