A través de las maravillosas informaciones de la Sagrada Escritura comprendí lo que real y verdaderamente es el Evangelio es decir el conjunto de las palabras de Dios.
Vivimos en una época de actividad febril, debido a que el ritmo de la vida se ha acelerado considerablemente en virtud del uso creciente de elementos depredadores que impiden el bienestar social, económico, educativo y cultural, no sólo de los creyentes, sino también de los no creyentes. Fijémos con suma atención y credulidad, y que todos debemos aceptar. "Dios es amor". Este amor incomprensible, que esencialmente es la fuente de la no-violencia cristiana.
El Evangelio nos aclara cómo Jesús vivió esto en su vida, cómo atacó el mal, la injusticia, pero como lo hace ver el Evangelio, nunca empuña las armas teniendo la facultad de hacerlo. No toma otros criterios ni otros medios que el Amor, la Verdad y una justa igualdad para todo el mundo.
Nos confirma el célebre teólogo de Viena Juan Goss que se puede dividir el Evangelio en tres grados de enseñanza:
El Amor al prójimo que Cristo no ha traído al mundo sino que estaba ya en la antigua ley. No hace más que mencionarla cada vez que puede, y concretamente en la parábola del buen samaritano y en la escena de la mujer adúltera.
El Amor a los enemigos que es la Verdad más perfecta que Jesús empieza a revelar al mundo. Un ejemplo: el beso de Judas, en el que se siente traicionado, vendido por aquél que Él ama. Lanza una llamada agresiva a la conciencia de Judas, con todo amor: "Amigo mío, con un beso entregas al Hijo del Hombre. Justamente Jesús ha tocado el corazón del culpable: éste llora hasta el fin de su vida. Sólo le falta creer en el amor infinitamente misericordioso de Jesús.
¡Amaos... como yo he amado! Como mi Padre me ama, también yo os he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los que ama. Un Nuevo Mandamiento os doy: Amaos los unos a los otros... como yo os he amado.
P.D. Cuando hablamos de este amor a nuestros hermano ateos, nos dicen: "Esto es extraordinario, pero ¿no es una utopía? Pero cuando lo hablamos con nuestros hermanos cristianos, a menudo nos responden: "Esto es imposible vivirlo". ¿Qué piensa usted de esto?