EDITORIAL
Costo de la guerra
La inevitable guerra en el Golfo Pérsico, tendrá repercusiones económicas en Panamá. Ya se estima que el incremento en el precio del petróleo provocará una fuga de 350 millones de dólares por pagos adicionales. Además el turismo, uno de los pocos sectores que refleja un despegue, se verá notablemente afectado. Son divisas extras que saldrán de una economía afligida.
La gente tendrá que destinar para la compra de gasolina y diesel, dinero que antes podría destinar para cubrir otras necesidades. Frente al incremento del precio del petróleo por una suma mayor de 40 dólares el barril, el gobierno debe adoptar medidas, que disminuyan esos efectos.
Lo adecuado sería reducir el consumo de combustible, logrando que un gran número de automovilistas dejara en casa sus vehículos y utilizaran el transporte público, pero eso es un sueño irrealizable.
El transporte público no presenta las condiciones ni tiene la capacidad para movilizar un número adicional de usuarios, sobre todo en las horas pico. Al mismo tiempo, los buseros se lamentan del alto costo del combustible y reclaman subsidios y toda clase de privilegios, como si ellos fueran los únicos afectados por la crisis.
El alza del combustible golpea a todos y no sólo a los transportistas, por eso las alternativas que se adopten, deben beneficiar a todos los automovilistas. Si se rebaja el impuesto al combustible, todos nos debemos beneficiar no solamente los dueños de autobuses.
El gobierno recauda mensualmente 12 millones de dólares en concepto de impuesto por combustible. Frente a la estrechez fiscal que padece el gobierno, parece ilusorio que la actual administración sacrifique un ingreso seguro. De tal forma se tendrá que recurrir a otras fórmulas para ahorrar el gasto de combustible.
Alguien planteó que durante la crisis, se logre un arreglo con los concesionarios de los Corredores Norte y Sur para que se reduzcan a la mitad las tarifas por el uso de esas vías. Ante la situación que se vislumbra hay que usar el cerebro, buscar alternativas, porque aunque la guerra del Golfo Pérsico está lejos, Panamá tendrá bajas, no en su población, sino en su economía.
PUNTO CRITICO |
 |
|