REFLEXIONES
"Peatones: Víctimas del Tránsito Desordenado"

Por Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista Internacional
Una de las razones por la cual decidí participar de este proyecto de hacer una columna tres veces a la semana, era para cooperar en el adecentamiento de nuestros país, o criticar las malas prácticas y abusos de los dirigentes del Estado, en contra de los ciudadanos de Panamá. Pensé que el aportar ideas constructivas lograría solucionar, aunque sea, un tema sensitivo como el desempleo, la educación, la pobreza o la delincuencia. Resulta terrible pensar que existe un problema que nadie se atreve solucionar, en una forma acelerada, debido a que las autoridades nacionales no les interesa el futuro de su gente. Este problema es la falta de seguridad peatonal en las avenidas y calles de Panamá. Cada día, miles de ciudadanos transitan por nuestras ciudades, corriendo el riesgo de ser atropellados por culpa de insensatos conductores de automóviles, autobuses y camiones, que creen estar en una autopista, en vez de entender que manejan por una metrópoli atestada de personas. Es tan fácil evitar la muerte de los peatones, aunque es difícil hacer entender a las autoridades nacionales o a los grupos privados, que hay que construir pasos elevados en muchos sitios de la ciudad metropolitana. Tampoco vemos cortesía en el manejo, menos la prudencia de los automovilistas hacia con las personas en la calle. Los vehículos corren a velocidades cercanas a la luz, mientras que la gente sortea la muerte, en cada esquina y acera de la urbe. Allí viene otro enredo serio que hemos criticado constantemente. Muchos centros comerciales, como El Dorado en Betania y Los Pueblos, ubicado en Juan Díaz, ni siquiera han hecho la primera piedra para edificar esos necesarios puentes peatonales para los clientes de esos lugares concurridos. Tanto le señalamos al Ministro de Obras Públicas este problema, que ya no sabemos si se resolverá este tema, antes que unas tragedia peor ocurra en alguno de esos sitios comerciales, en frente de las avenidas y accesos a los mismos. La vez pasada, los dueños de Los Pueblos me enviaron un FAX porque cuestionamos el retraso de la construcción de un puente peatonal en el lado adyacente al complejo comercial, entre San Antonio y Cerro Viento. Claro que inicié las investigaciones y resulta ser que los empresarios no estaban dispuestos a gastar plata para construir un sistema de cableado subterráneo, por el costo exorbitante de la obra. Contraria era la postura de una empresa de distribución eléctrica, la cual también se negaba a pagar un centavo, para hacer bajar los cables de alta tensión y así hacer los benditos puentes. Como era evidente, sin voluntad de resolver la crisis, el asunto quedó como lo está ahora: cada tarde, decenas de panameños "se tiran a la Vía Tocumen, para comprar ropa y enseres, que quizás no logre conseguir, si son atropellados en el lugar". Empero hay excepciones: Un grupo de inversionistas privados ya hablaron con las autoridades del gobierno actual, para avanzar en la construcción de un puente para peatones en Plaza Carolina, cosa que nos alegra mucho. Por lo menos, unos empresarios se interesan por el futuro de sus clientes potenciales. Saben bien que gastar su dinero en una obra comunitaria, les ganaría respeto ante el público en general. Días atrás, un buen amigo pereció al cruzar una de las calle más peligrosas de Panamá. Ahora, su familia esta triste porque la tragedia llegó a dicho hogar. Pero, hay algo que nos debe dar más temor: en este mundo de imprudentes conductores de autos, ¿Quién estará a salvo cuando uno sale de su casa, aunque sea para caminar o hacer sus trabajos cotidianos. Ojalá que las personas con poder, tengan la bondad de cooperar en la solución del problema de los peatones, los cuales son las víctimas del tránsito indiscriminado que existe en Panamá.
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