Al mundo de los ejercicios lo rodean muchos mitos, con los que hoy queremos acabar:
- Quemamos grasas a los 30 minutos de entrenar: ¡Falso! El único tipo de ejercicio durante el cual el cuerpo prácticamente no quema grasa es en el anaeróbico intenso.
- Donde crece el músculo, desaparece la grasa: Sólo dispones de un único metabolismo, así que no puede quemar grasa sólo de un sitio determinado. La grasa desaparece por igual de todas las partes del cuerpo.
- Para conseguir un six-pack haz muchos abdominales: Es mentira. La clave para lucir abdominales reside en el porcentaje de grasa: estos músculos se vuelven visibles sólo cuando éste es inferior al 14%.
- Correr a menudo daña las articulaciones: ¡Es justo lo contrario! Correr ayuda a prevenir el desgaste de las articulaciones. El movimiento favorece la fluidificación del líquido de las articulaciones y aumenta el flujo de nutrientes hacia los cartílagos.
- Demasiado músculo atrofia el cuerpo: Sólo es cierto en contadas ocasiones, caso de los culturistas, que sólo se centran en aumentar el volumen creando masas musculares muy por encima de las necesidades reales.
- Estirar después de entrenar no sirve de nada: ¡Todo lo contrario! Un ligero estiramiento después del entrenamiento ayuda a aliviar la tensión muscular.
- Hacer cardio es lo mejor para perder peso: Mentira. Levantar pesas es igual de provechoso. En un entrenamiento de cardio se queman entre 600 y 800 calorías por hora.
- Sudar demuestra un bajo estado de forma: Al contrario. Los deportistas bien entrenados sudan más porque cuentan con una mejor regulación térmica.
- Si sudas, pierdes peso: Error. Sudar no tiene nada que ver con quemar grasa. Con el sudor, lo único que pierdes es agua y nutrientes.
- Entrenar una vez a la semana no sirve de nada: ¡Claro que merece la pena! Los principiantes pueden mejorar su rendimiento con sólo una hora a la semana.