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Los trabajadores de la Refinería afiliados a la CTRP rechazan la transformación de esa industria en un centro de acopio.  |
Refinería Panamá S.A. estuvo durante los últimos tres años enfrentando pérdidas económicas millonarias, aseguró ayer el Presidente de esta empresa, Kevin Walahan, quien añadió que de aprobar el consejo de gabinete la terminación anticipada del Contrato Ley 35, esta se convertiría al término de 9 meses en un centro de importación de gasolina refinada, y sólo un máximo de 50 empleados de los 284 que actualmente laboran mantendrían sus trabajos.
En conferencia de prensa, Walahan indicó que la apertura del mercado de los combustibles en Panamá, el aumento de la competencia a nivel global, las fluctuaciones en el precio internacional del crudo y las restricciones ambientales sobre la calidad de los derivados del petróleo han afectado la viabilidad económica de refinería a mediano y largo plazo.
La transformación de refinería en un centro de acopio de combustible ya refinado depende de que en el próximo Consejo de Gabinete el Organo Ejecutivo apruebe una terminación anticipada del Contrato Ley firmado en 1992 entre el Estado y Refinería, de propiedad del consorcio Chevron-Texaco.
De darse la aprobación, comenzaría un proceso de reducción de personal que se prolongaría durante los próximos 9 meses, señaló Walahan, añadiendo que como centro de importación abastecerían a la misma cantidad de clientes pero sin los excesivos gastos de operaciones de una refinería.
Por su parte, el Gerente de Asuntos Públicos de Refinería, Rafael Jaén, destacó que la empresa ha preparado un paquete de compensación para los empleados que en muchos casos duplica y hasta triplica los cálculos establecidos en las leyes laborales. Además, afirmó que de darse la aprobación, entrarían nuevos competidores en el mercado de la gasolina, lo que se traduciría en precios más competitivos. |