Una de las cajas fuertes que se encuentran en la Basílica Menor San Miguel Arcángel de Atalaya fue violentada por los delincuentes, quienes se llevaron el dinero y algunas prendas de oro donadas por los devotos del milagroso Jesús Nazareno.
Raúl Saavedra, quien reside cerca de la iglesia, manifestó que los delincuentes ya no respetan a nadie, puesto que se metieron al templo cuando había pocas personas orando, y con gran habilidad rompieron uno de los pistillos del candado y nadie se dio cuenta.
Se desconoce la cantidad en efectivo que se llevaron los malhechores, pero se sospecha que no pudo haber sido mucho, porque el sacerdote encargado de la Basílica hace dos días descargó la caja y llevó el dinero a un lugar seguro.