En Panamá aquello de que el tiempo "vale plata" se está perdiendo, ya está siendo muy común ver en las oficinas, jefes con el hábito de llegar tarde, a cuanto evento se presente. El llegar tarde se ha convertido para algunos jefes, como parte de su "status", quiere decir la diferencia entre él y los demás es llegar tarde. Citan a una reunión o un compromiso social acordado y se presentan hasta una hora después y si se les pregunta el por qué, responden con el mayor de los desparpajos, "es que soy el jefe".
Si usted mira a su alrededor, es posible esté viendo, este tipo de jefe que se caracteriza por esta falta, tan reprochable de quien tiene la responsabilidad de dirigir personal.
En la burocracia estatal, es muy frecuente encontrar estos jefes, que no han aprendido a valorar el tiempo de los demásEn estos momentos en que algunas empresas estatales, se han convertido en corporaciones privadas, quienes más están sufriendo el cambio son algunos de estos jefes, que ahora en la empresa privada les exigen llegar temprano y en ocasiones, primero que sus subalternos.
Algunas de estas empresas, están siendo adquiridas por empresarios extranjeros, donde una de sus costumbres principales es no dejar a nadie esperando, "no recuerda usted eso ¿de nos vemos a las 10, hora inglesa?" |