El primer ministro serbio Zoran Djindjic, figura clave de la revuelta que derrocó al ex presidente Slobodan Milosevic en octubre del 2000, fue asesinado ayer por pistoleros que lo abatieron a balazos frente al complejo de edificios del gobierno. Fue el primer asesinato de un jefe de gobierno europeo desde 1986, cuando el primer ministro sueco Olof Palme fue baleado en Estocolmo.
Djindjic murió de sus heridas en un hospital de Belgrado después de haber recibido heridas en el abdomen y la espalda, dijo el viceprimer ministro Nebojsa Covic. El gabinete se reunió en una sesión de emergencia y observó un minuto de silencio. El gobierno luego pidió al presidente interino, Natasa Micic, imponer un estado de emergencia nacional para darle poderes policiales al ejército.
Dos personas fueron arrestadas y una resultó herida en el tiroteo, dijeron testigos. Fuentes policiales dijeron a The Associated Press que Djindjic salía de su automóvil cuando fue alcanzado por balas de francotiradores apostados en un edificio ubicado frente al complejo gubernamental, en el centro de Belgrado.
Una bala abolló el vehículo de Djindjic. El edificio donde ocurrió el atentado fue acordonado por las fuerzas de seguridad, que estacionaron tres ambulancias en el lugar. La policía detuvo el tráfico en las inmediaciones y comenzó a registrar vehículos y a verificar la identificación de sus ocupantes.
Djindjic, de 50 años, pareció haber sido objeto de un atentado el 21 de febrero, cuando un camión se interpuso de repente en la carrilera por donde viajaba su caravana motorizada rumbo al aeropuerto de Belgrado.
La caravana apenas evitó un choque. Más tarde, Djindjic restó importancia al presunto intento de homicidio y dijo que se trataba de "un esfuerzo inútil" que no podría detener las reformas democráticas. |