 |
|
El desarrollo infantil depende de exponerse a muchas variables y aprender a manejarlas. El niño nace y, ante él, se presentan diversidad de retos y conceptos, caras y actitudes, ambientes y situaciones. |
La actividad física es indispensable desde el comienzo de la vida, hay que fomentarla sin obligar al niño.
El desarrollo, por lo tanto, tiene que ver con el crecimiento de las capacidades personales para usar el medio que rodea al niño.
Este crecimiento de sus capacidades depende de su habilidad natural, herencia, y también de los estímulos que reciba para volverse más hábil para manipular el medio ambiente. Un niño que juega, que tiene un ambiente enriquecedor, que es objeto de atención, que tiene un círculo de amigos, es un niño con mejores oportunidades de enfrentar a este medio y adaptarse a él.
EL DEPORTE ES PARTE DE ESTE DESARROLLO
Deporte es toda aquella actividad que estimula el crecimiento físico del niño. Por lo tanto, no incluye sólo a los deportes organizados, sino todo aquello que promueve su acondicionamiento físico general. Aunque podría parecer fácil estimular algo que parece natural en los niños, el contexto cultural de la actualidad ha cambiado este pronóstico.
Actualmente, con el auge de los videojuegos y el gran tiempo que los niños dedican a la televisión, hay un gran problema no sólo de obesidad infantil, sino de niños constantemente cansados y que son incapaces de mantener una actividad física regularmente intensa.
Si antes los niños dedicaban dos horas al día a la televisión y jugaban seis, actualmente la relación no sólo se ha invertido, sino que ya no es raro encontrar niños que sólo se divierten con actividades sedentarias, y para los cuales cualquier actividad física es un reto increíble: quieren ir en carro a todos lados, suplican a sus padres que se estacionen cerca de las puertas en los centros comerciales, etcétera.
En muchos países se está repitiendo los patrones culturales y de consumo de televisión, videojuegos y demás entretenimientos sedentarios de los Estados Unidos. Un estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Estados Unidos mostró, en 1985, que el 40 por ciento de los varones de 6 a 12 años no podía hacer más de una "barra" (levantarse con los brazos sobre una barra horizontal a cierta altura). Preocupados pero renuentes a aceptar estos resultados, el Consejo Asesor del Presidente en Acondicionamiento Físico y Deportes de ese país repitió el estudio con niñas, y el 70 por ciento de ellas, en todas las edades, tampoco pudo hacerlo.
IMPRESCINDIBLE EMPEZAR CON EL DEPORTE EN LA INFANCIA
Debido a estos cambios catastróficos, se ha impulsado un cambio en los conceptos de lo que es una buena condición física en la infancia. Hasta mediados de los setenta, el deporte y la buena condición física eran conceptos reservados para los niños con habilidades físicas y destrezas atléticas. Así, se estimulaba sólo a estos individuos "especialistas", mientras que el común de los niños recibía programas menos eficaces.
Sin embargo, en la vida diaria las destrezas atléticas tales como correr 20 kilómetros o saltar con garrocha no producen individuos mejor adaptados o más capaces.
Actualmente, el deporte se entiende como una actividad que debe producir buena condición física, lo que implica el buen funcionamiento de los sistemas cardiovascular, respiratorio y musculoesquelético. La condición física así entendida sí tiene que ver con individuos que adquieren mayor resistencia, capacidad y fuerza. Es indispensable para lograr resistencia frente al trabajo, y una mejor calidad de vida, tanto en niños como en adultos. Los niños que juegan, corren, practican algún deporte organizado, evitan la obesidad, y las niñas, además, previenen las estrías del embarazo, entre cientos de efectos benéficos.
Por lo tanto, hay sinnúmero de actividades que pueden ejercerse como deporte, incluso sin que sean deportes organizados. Es más, algunos de éstos, como el fútbol o el béisbol, no producen los mismos beneficios que los aeróbicos, ya que estos últimos, por mantener al corazón trabajando por más tiempo, van logrando que el individuo se vuelva resistente.
Esto es importante para aquellos niños que no gustan de deportes organizados, lo cual no es raro. Este grupo preferirá siempre las actividades individuales o insólitas, y a veces algunos adultos se preocupan pensando que el niño no hace ejercicio, cuando él se pasa tres horas caminando para atrapar escarabajos o ella dedica media tarde a vender galletas.
Algunos niños no son buenos para el fútbol, por ejemplo, pero rinden muy bien en la natación. Los pediatras sugieren que estos niños "malos" para los deportes de grupo pueden beneficiarse mucho de las artes marciales.
DEPORTE EN FAMILIA ES BUENO
También pueden practicarse en familia las caminatas, los paseos en bicicleta o en patines, salir de excursión, son deportes benéficos y al alcance de todos. Y aunque no lo parezcan, jugar con cochecitos, plantar árboles, construir casas y luego jugar en ellas con muñecas, jugar con las mascotas o pasearlas y muchas similares también son actividades físicamente estimulantes.
Lo peor que puede hacerse es forzar al niño a hacer un deporte. Es mejor predicar con el ejemplo, o hacerlos ver estas actividades como un juego y no como una obligación. Si su niño prefiere jugar videojuegos o ver televisión, condicione esto al hecho de que haga algo de ejercicio, pero no lo presente como un chantaje: haga que visite a sus amigos, cómprele un juguete que necesite usarse en el exterior o apoye la organización de equipos deportivos en la colonia.
El ejemplo es lo mejor para estimular el deporte en los niños, que deben acostumbrarse a verlo como una actividad entretenida y agradable. Los padres que tal ejemplo dan, están no sólo apoyando el buen desarrollo de su hijo, sino una mejor calidad de vida para toda la familia. |
