William Spears, tío de Britney, aseguró que la cantante consumió drogas y alcohol desde los 14 años, a causa de los excesos familiares, lo cual desató la inestabilidad emocional por la que atraviesa actualmente.
Indicó que su sobrina usó drogas desde que formaba parte del Mickey Mouse club, situación que empeoró cuando a los 18 años probó la cocaína, y a partir de entonces, se hizo adicta a sustancias como las metanfetaminas y el éxtasis.