Hillary Clinton realiza un esfuerzo de última hora en Texas y Ohio, dos de los cuatro estados que desfilan hoy por las urnas, y en los que la senadora demócrata por Nueva York se juega su destino político.
Las encuestas apuntan que su futuro pende de un hilo, ante la deserción de votantes hacia las filas de su rival por la candidatura presidencial demócrata, el senador por Illinois Barack Obama.
Los últimos sondeos sitúan a la ex primera dama ligeramente por delante o empatada con Obama en Ohio. El senador afroamericano lleva, por el contrario, una pequeña ventaja en Texas.
Los dos estados, que realizan primarias junto con los más pequeños de Vermont y Rhode Island, enviarán más de 300 delegados a la convención del Partido Demócrata en Denver (Colorado).
Una derrota hoy o una victoria por los pelos impediría a Hillary, que ya va rezagada frente a Obama, hacerse con los 2,025 delegados necesarios para obtener la candidatura.
Según el último recuento de la cadena de televisión estadounidense CNN, Obama tiene ya 1,369 delegados, frente a los 1,267 de Hillary.
Técnicamente, Hillary podría seguir en la pelea, con la esperanza de que el reparto proporcional que impera en los estados que realizarán primarias de aquí a junio impida también a su rival obtener la cifra mágica y forzar así una "convención abierta".
De llegar a ese extremo, serían los alrededor de 800 "superdelegados", funcionarios elegidos o designados por el partido, los que tendrían la última palabra.
Pero la presión para evitar ese desenlace es cada vez mayor, sobre todo en vistas de que el senador por Arizona John McCain podría hacerse hoy con los 1,191 delegados necesarios para convertirse en el candidato presidencial republicano.
Los asesores de Hillary han dejado ver que si Obama no gana las cuatro contiendas de hoy, podría ser una señal de arrepentimiento de los votantes y un motivo para que la senadora siga hasta la próxima gran cita del día 22 en Pensilvania.
PRIMARIAS: 2,025 LUCHA POR LOS VOTOS
Es la cifra mágica que tienen que alcanzar Barack Obama y Hillary Clinton, para lograr la candidatura presidencial de los demócratas para los comicios del 4 de noviembre.