EDITORIAL
La mitad del mandato
La presidenta Mireya Moscoso y los legisladores llegan hoy a la mitad de su mandato. Los dos años y medio que cumplen los integrantes del Ejecutivo y la Asamblea en el poder, llegan con un país inmerso en la más grave crisis política de los últimos 12 años.
Las acusaciones de corrupción que salpican a los tres poderes del Estado ponen en peligro la estabilidad de un país, que a la vez se encuentra sumergido en una profunda crisis económica.
Con el panorama no muy halagador, la presidenta inicia la última fase de su mandato. La coyuntura actual puede aprovecharla para poner en marcha una revolución contra la corrupción. Los momentos actuales reclaman decisiones valientes y sólo así la jefa del Ejecutivo podrá variar la percepción negativa que registra su gobierno.
Si la mandataria implementa al menos la mitad de las 50 recomendaciones que le ha presentado la Comisión para la Transparencia de la Gestión Pública tendrá la oportunidad de pasar a la historia como una gobernante que luchó contra uno de los peores males que enfrentan la administración pública y la sociedad en general: la corrupción.
Mireya Moscoso apenas gozó una pequeña luna de miel con su pueblo. Los tres primeros meses de su mandato, fueron quizás los más productivos para su gobierno. Para esos días se observaba a la presidenta llena de energía encabezando los operativos de limpieza en Colón y la capital. Un día hasta nos sorprendió operando equipo pesado para remover la basura acumulada.
En septiembre de 1999 logró derrotar a la mayoría del PRD en la Asamblea Legislativa y forjó una alianza, pero que luego fue derrotada en los dos años subsiguientes.
Pero lo negativo no es monopolio del Ejecutivo. Hoy día, la Asamblea Legislativa registra quizás el peor índice de popularidad de todos los tiempos.
Hoy la Asamblea está afectada por denuncias de sus propios integrantes sobre el cobro de coimas para aprobar la ratificación de dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y el contrato del Centro Multimodal, Industrial y de Servicios.
El Organo Legislativo difícilmente podrá salir sin heridas de la actual situación que padece. Ya se escucha con más insistencia que nunca sobre la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente.
Algunos dirán que la Asamblea y el Ejecutivo han tenido algunas iniciativas exitosas, pero ese es el deber de todo funcionario, por eso la gente censura, repudia y cuestiona el escándalo de corrupción que envuelve hoy día a los legisladores y funcionarios del gobierno.
PUNTO CRITICO |
 |
|