Un autobús con un número indeterminado de personas se estrelló contra los portones de la embajada de México en La Habana con el fin aparente de obtener asilo para abandonar Cuba.
Las autoridades acordonaron inmediatamente la zona para impedir que otras personas que merodeaban por el lugar pudieran intentar ingresar en la sede diplomática.
Todavía no se sabe de víctimas, pero al lugar llegaron gran cantidad de ambulancias.
El propio presidente Fidel Castro se apersonó en el lugar del incidente pero no realizó ninguna declaración a la prensa extranjera ubicada en el lugar desde el inicio del conflicto.
En los alrededores, cientos de personas trataban de llegar hasta la embajada esperando obtener las visas que el Canciller Mexicano, Jorge Castañeda habría prometido, según la emisora Radio Martí, que trasnmite desde de Miami en los Estados Unidos (EU).
"Hubo un rumor de que México va a aceptar gente para ser sacada del país", aseveró Andrés Ordóñez, encargado de negocios de México en Cuba.
Ordóñez ratificó que la política migratoria respecto a Cuba se mantenía intacta, y aceptó que el origen de los rumores pudo estar en las recientes declaraciones del canciller mexicano Jorge Castañeda durante su visita a Miami.
El lunes pasado, Castañeda aseguró que "las puertas de la embajada [mexicana en Cuba] están abiertas a todos los ciudadanos cubanos, del mismo modo que lo está México".
En un comunicado oficial, Cuba consideró que los recientes hechos fueron provocados "por elementos mercenarios que actúan desde la isla, al servicio de Washington" y que el incidente se convirtió en otra grosera provocación organizada desde una Emisora Oficial del Gobierno de Estados Unidos.
La situación se parece mucho a la toma de la embajada del Perú en 1980, incidente que finalizó con 10 mil personas asiladas en esa sede y que fue, además, el detonante de la salida del Mariel, en la que 125 mil cubanos emigraron hacia los EU. |