Una potente bomba escondida en un carrito de supermercado estalló ayer en esta ciudad norteña del país vasco e hirió a una concejal y su guardaespaldas, así como a otras tres personas. La policía sospecha que se trata de un ataque del grupo separatista vasco ETA.
La policía dijo que otras tres personas, una de ellas una mujer embarazada, recibieron heridas leves.
La concejal Esther Cabezudo era miembro del Partido Socialista. Fuentes del hospital dijeron que ella y su guardaespaldas sufrieron cortes y pérdida parcial del oído y que serán dadas de alta en unas horas.
El consejero del Interior del gobierno vasco, Javier Balza, dijo que la carga explosiva estaba oculta en un carrito de compras dejado en la calle y fue accionada cuando Cabezudo y su guardia privado de seguridad, Iñaki Torres, pasaban por el lugar.
La explosión ocurrió cerca del ayuntamiento de Portugalete, un suburbio de la ciudad portuaria de Bilbao de unos 50.000 habitantes.
La policía acordonó inmediatamente el área, que resultó extensamente dañada por la explosión.
El atentado siguió a otro perpetrado la semana pasada, también atribuido a ETA, que mutiló a un militante de las juventudes socialistas, al cual tuvieron que amputarle la pierna izquierda a la altura de la rodilla.
Dolores Ciordia, otra edil de Portugalete, dijo que ETA quiere extorsionarnos y no lo lograrán''.
El legislador regional y ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, miembro del Partido Popular que encabeza el jefe del gobierno José María Aznar, dijo que la respuesta contra la ETA debería ser la misma que si el ataque hubiese sido mortal.
La única respuesta política es que deberíamos estar juntos con la víctima y decididos a erradicar el terrorismo'', dijo Mayor Oreja. La Unión Europea y Estados Unidos consideran a la ETA una organización terrorista. |