Una bala anti aérea de 40 milímetros quedó "atrapada" en los dientes de una pala mecánica que realizaba trabajos en el área oeste de Pedro Miguel, donde termina el muro de las esclusas.
El hallazgo fue hecho recientemente cuando un tractor de la compañía Offshore Contractors estaba excavando en el área y al levantar la pala, el operador descubrió el proyectil. El mismo estaba corroído por el óxido y partido en dos, pero pudo determinarse que no había sido detonado.
La munición viva fue trasladada en una caja de arena hasta un sitio seguro y detonada a 500 metros del lugar donde fue descubierta.
Este tipo de proyectil fue utilizado en armas antiaéreas durante la Segunda Guerra Mundial. |