Chavez jura "por Dios y su madre" que Venezuela volverá a ser gloriosa y grande

Agencias
Internacionales
El presidente venezolano, Hugo Chávez, juró ayer por Dios y por su santa madre que el país volverá a ser glorioso y grande, y aseguró que está dispuesto a todo por el pueblo venezolano, incluso a morir quemado. Hugo Chávez hizo estas declaraciones tras asistir a una ofrenda floral al busto del libertador Simón Bolívar en la Casa de Venezuela en La Laguna (isla canaria de Tenerife) y de ser distinguido como presidente de honor, en un acto al que asistió acompañado por el presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez. Chávez llegó a la Casa de Venezuela, en un momento en el que sobre Tenerife caía una fina lluvia que poco a poco se convirtió en aguacero acompañado de niebla, y fue recibido por diversas autoridades y por venezolanos residentes en el archipiélago canario. El jefe del Estado venezolano comenzó su alocución preguntando al presidente canario de cuánto tiempo disponía y afirmó a continuación que su alma está alborotada y que las palabras, por mucho que las envíe Dios, no pueden reflejar ese alboroto. El presidente venezolano destacó que hay que levantar como una bandera el hecho de que Venezuela y Canarias son la misma esencia y comentó que la primera niña de la que se enamoró era una canaria, lo que le llevó a imaginarla como una cantora, para con los años aprender qué es ser canario. El siglo XX es para Venezuela el de las grandes contradicciones, dijo Chávez, quien recordó que cuando tenía 17 años y vestía el uniforme azul de militar quiso conocer Canarias, a donde llegó en 1994 con un grupo de amigos y con la idea de lo que sería la Constituyente. Aseguró que no es presidente, sino que está de presidente de Venezuela, e insistió en que es la misma persona que en su juventud quería conocer Canarias y estaba llena de contradicciones. Hugo Chávez reconoció que algún día dejará de ser presidente de Venezuela y se identificó como una gota de agua que "por suerte se desató" en su país, cuyo pueblo estaba "como adormecido y ha despertado". El presidente de Venezuela subrayó que debe su vida al pueblo venezolano, porque la fuerza que le acompaña le pertenece, y reiteró que él es un poco las personas que fallecieron como consecuencia de las lluvias del 16 de diciembre de 1999. En su discurso, citó a los escritores Walt Whitman, Miguel de Unamuno y Rómulo Gallegos e insistió en afirmar que dentro de él están las voces de muchas personas que no han podido hablar, y de aquellos que han muerto a la espera de recibir pensiones de miseria mientras "unos bandidos se llevaban el dinero". El presidente de la República Bolivariana de Venezuela proclamó que prefiere morir a dejar de ser lo que es y manifestó que en su país está en marcha una revolución que no tiene marcha atrás. Recordó que durante sus viajes siempre se le ha tildado de golpista y loco y terminó su alocución de 50 minutos jurando por Dios y su santa madre que Venezuela volverá a ser grande y gloriosa. Hugo Chavez, que llegó ayer a Tenerife procedente de Madrid, asistió a un acto institucional en el Parlamento de Canarias, y tiene previsto reunirse ayer en la isla de Gran Canaria con directores de medios de comunicación, antes de partir hacia Senegal.
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