EDITORIAL
Reclamos por seguridad social
Los aspectos de seguridad
laboral e higiene del trabajo constituyen materias propias de las gestiones
ministeriales encargadas de mediar en las relaciones ocupacionales y obrero-patronales,
que en algunos países hermanos de América Latina se integran
en un cuerpo orgánico que reglamenta las condiciones del trabajo,
bajo criterio de idóneo instrumento de protección y defensa
de la integridad física y mental de los trabajadores.
Por constituir la esencia protectiva del hombre laborante no es permisible
ni legítimo desligar las acciones del Ministerio de Trabajo de las
controversias que insurgen en el país panameño por razones
de higiene y seguridad del trabajo, como sugiere el ciudadano vice ministro
Antonio Ducreaux, en sus declaraciones de ayer.
El Ministerio de Trabajo existe como instancia de avanzada, de modernidad,
para equilibrar el desempeño de las actividades creadoras del trabajo,
y en tal derrotero, siempre tendrá autoridad y vigencia cuando por
ellas se presenta un conflicto, un enfrentamiento con suspensión
de labores, como el anunciado por la vocería del Sindicato Unico
de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS) contra varias empresas
de Colón, a las que acusan de incumplir normas y acuerdos colectivos
relacionados con ésta protección del trabajador.
De igual manera, la mecánica de la reclamación sindical
contenida en los pliegos conflictivos, como previene la legislación
vigente, exige la participación intermediadora de las autoridades
públicas del trabajo; motivo que obliga adicionalmente al Ministerio,
que no le es lícito escurrir el bulto y rehuir sus responsabilidades,
ahora cuando se formula tal petición.
El instrumento de regulación de la vida empresarial con los
trabajadores, el Código de Trabajo, se enriquece, amplía y
reforma con los pactos o convenciones colectivas, que se negocia entre partes,
cuyas constancias reposan en los archivos ministeriales; situación
que impide a los gobernantes asumir roles de indiferencia, tolerancia o
de permisión ilegítima, como sugiere las afirmaciones del
sindicalista Saúl Méndez, al enjuiciar los comportamientos
burocráticos, frente a búsqueda gremial de una renovada convención
colectiva.
El regimen perredista, cada amanecer permite que proliferen situaciones
de peligro y controversia que pudieran derivar a un clima de generalizado
conflicto, con las negativas consecuencias de deterioro y perjuicio que
las eclosiones sociales conllevan: así, los maestros ya manifiestan
inconformidad y amenazan con paralizar el año escolar venidero; igual,
en Cañazas, Veraguas, donde trabajadores mineros reclaman contra
la empresa Santa Rosa; también en los ingenios azucareros chiricanos,
los cuales se adicionan al paro de los trabajadores de la construcción,
a pesar de no querer los funcionarios reconocer el riesgo social que transitamos.
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AYER GRAFICO |
Ernesto (Ñato) Marcel, el único boxeador panameño que
se retiró siendo Campeón Mundial |
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