Mientras miles de panameños enterraba la sardina como tradición del cierre del jolgorio carnestolendo, un joven de 20 años se quejaba del dolor.
El joven, de nombre Jahir, fue trasladado chorreando mucha sangre al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás.
Se le podían ver varios hematomas en el rostro producto de los golpes recibidos durante una riña.
Era procedente del área de cobertura de carnaval, específicamente de la vía España.
Por ese caso no se reportaron detenciones.
El muchacho engrosó la lista de las víctimas sin victimarios.