Un gol agónico de Miroslav Klose posiblemente además en fuera de juego, le dio la victoria al Bayern por 2-1 ante un difícil AC Florencia que terminó jugando con diez hombres por expulsión de Gobbi.
Los italianos le complicaron bastante la vida al Bayern en la primera parte, estrangulando con una buena disposición táctica el juego ofensivo de los alemanes y llegando a generar algunas situaciones peligrosas delante de la portería de Butt.
La divisa de los italianos parecía ser no darle espacios a Franck Ribéry y Arjen Robben que, cada vez que estaban en posesión de la pelota, se encontraban con dos o tres jugadores contrarios que los encimaban.
La primera situación de zozobra para los alemanes se produjo en el minuto 9, cuando una confusión entre Butt y Daniel Van Buyten estuvo a punto de dejar a Alberto Gilardino en posición de remate.
El Bayern tenía más la pelota pero la hacía circular, un poco sin saber qué hacer con ella.
Ante esa situación, Robben, en los minutos finales del primer tiempo, pareció decidir que era él quien tenía que echarse el partido al hombro.
En los instantes finales de la primera parte al fin vino la jugada que rompió la resistencia del AC Florencia.
Robben le metió un pase al área a Ribéry que fue derribado por Kroldrup cuando iba a rematar. El árbitro que había debido aplicar la ley de la ventaja pues Gómez terminó enviando el balón al fondo de la red sancionó penalti. Robben cobró y marcó
Las cosas hubieran podido aclararse para el Bayer con el gol de Robben, pero al comienzo del segundo tiempo, en el minuto 51, vino el empate del Florencia por intermedio de Kroldrup.
Pese al gol, el Bayern jugaba mejor que en el primer tiempo y las llegadas eran más claras y a más tardar tras la expulsión de Gobbi, en el minuto 73 por un codazo a Robben, el partido se volcó por completo en la mitad del Florencia.
El gol llegó al fin, agónicamente, en un rebote. Un disparo de Robben desde unos 25 metros fue parado a medias por el meta Sebastian Frey y Klose apareció para definir de cabeza.