Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en jueves de fiesta, de emociones, de inicio de la pelota mayor, con un lujoso y bello estadio, el nuevo Rico Cedeño, propicio para gritar a los cuatro vientos: ¡Carajo, aquí en Herrera sigue el Carnaval!
Herrera, que es sede de la fiesta del Carnaval, con rinconcitos de alegría, como el mismo parque Unión, el Morisqueto, Monagrillo, Pesé, Parita, Ocú y todos los lugares especiales para esa gran fiesta, hoy podrá decir que son los únicos que le darán la vuelta al reloj carnavalero, porque se pone en marcha la fiesta del béisbol, la fiebre del panameño, y la apertura del Nuevo Rico Cedeño es y será para los herreranos un día más de fiesta sólo comparado con las fiestas del dios Momo.
Hoy, se vive la emoción del béisbol con un Clásico de Clásicos... Herrera va contra Los Santos en el primer partido del calendario 2010, en un duelo que llevará seguramente a la loma al gallo de patio, el zurdo monagrillero, Roger "Dragón" Deago, un ícono para la pelota herrerana.
Sencillamente será de lujo, será de gala y, como dicen los de Herrera, será "cachimbona" la fiesta que pondrá en marcha la campaña 2010. Hoy la brisa soplará igual del jardín central hacia el "home" para darle ventaja a los lanzadores, habrá mucha gente vestida de amarillo y una mancha naranja que no se dejará intimidar. Tendremos a los amigos de siempre sobre la barda del jardín izquierdo en el inconfundible bar "El Despeinado".
Extrañaremos sin lugar a dudas la foto de Rico Cedeño, ojalá sea colocada en algún lugar del nuevo estadio, el "saos" de Nene, que ya juega en el equipo de Dios, el pollo frito del kiosquito dentro del viejo Rico Cedeño y, sobre todo, esa cabina de transmisión llamada el "Palomar" que pasó a mejor vida.
Hoy, todo será espléndido, nuevo, lujoso y colorido. Cabinas de transmisión de alto perfil, profesionales, como de las Grandes Ligas. Tendremos un terreno de juego que es una maravilla, un paraíso para los peloteros y una iluminación de primer nivel, nada comparable con otros estadios. El tablero de anotación no me gusta mucho, le soy sincero, pero no todo es perfecto en la "Viña del Señor".
Nos vamos, agarren sus maletas... el Rico Cedeño abre sus puertas y después de tantos problemas hoy podemos gritar con fuerza: ¡Viva el béisbol!