Cifras revelan aumento en producción de cocaína en el país

Agencias
Internacionales
Una comitiva de alto nivel de Washington, portadora de datos de las autoridades norteamericanas que muestran un aumento del 20% en la producción de cocaína en esta nación, se reunió ayer con funcionarios del gobierno para discutir un millonario plan de asistencia de Estados Unidos para combatir las drogas. La visita de la delegación --encabezada por Thomas Pickering, tercero al frente del departamento de Estado norteamericano-- se realiza cuando el Congreso de Washington debate una propuesta de entregar a Colombia 1.600 millones de dólares, lo que produciría una notable intensificación de la guerra contra las drogas. El paquete de medidas, que incluye la provisión de 63 helicópteros y medios de entrenamiento para dos nuevos batallones antinarcóticos del ejército --con 950 hombres cada uno, que se suma al ya creado el año pasado-- busca además ofrecer a las fuerzas militares de Colombia el poder de fuego, la movilidad e los medios de inteligencia necesarios para derrotar a la guerrilla, que protege los cultivos de drogas. Los sembradíos de coca de Colombia, el primer productor mundial de cocaína, aumentaron 20% el año pasado a unas 120.500 hectáreas, de las 101.800 hectáreas registradas en 1998, según cifras de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. No se han revelado de momento los datos sobre cultivos de amapola, de la cual se obtiene la heroína. Debido en gran parte a la creciente inestabilidad del país --con casi la mitad controlada por la guerrilla o sus archienemigos paramilitares, ambos financiados en gran parte por el tráfico de drogas-- los narcotraficantes desde mediados de los años 90 trasladaron sus operaciones de cultivo y procesamiento a esta nación. Así los cultivos de coca de Perú se redujeron de 51.000 a 39.000 hectáreas entre 1998 y el año pasado, mientras que en Bolivia descendieron de 38.000 a 22.000 hectáreas en el mismo período, según las estimaciones de la CIA, que le fueron ofrecidas a The Associated Presspor funcionarios norteamericanos. En conjunto, el potencial de producción de cocaína en la región descendió de unas 825 a 765 toneladas métricas entre 1998 y 1999, de acuerdo con los datos de la CIA. En Colombia, según cálculos de sus propios funcionarios, los cultivos de coca se han triplicado en los dos últimos años, llegando a 40.000 hectáreas en las zonas del sur del país, específicamente en el departamento de Putumayo, donde se concentrarán los esfuerzos militares para erradicar los sembradíos, en territorios dominados por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El presidente Andrés Pastrana, en una entrevista la semana pasada con The Associated Press, afirmó que su gobierno estaba consciente de que la operación militar en Putumayo generará protestas y desplazamientos entre los cultivadores de coca, y que por eso cerca del 21% por ciento de la asistencia norteamericana está destinada a reducir el impacto de esos planes de fumigación y erradicación, ofreciendo alternativas de cultivos para esos campesinos. Sin embargo, el ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, ha ido más allá y recientemente reconoció que los planes de fumigación en Putumayo podrían acarrear violentas protestas, al estilo de marchas cocaleras en 1996 en otra zona del sur del país, principalmente para oponerse a las fumigaciones de los sembradíos ilícitos. Putumayo se ha convertido en refugio de miles de personas, algunos de ellos desplazados de sus poblaciones debido al conflicto interno que ya dura casi 40 años, y que dependen principalmente para subsistir de los cultivos de coca. El gobierno colombiano prevé relocalizar a muchos de ellos en otros departamentos del país y financiar nuevos cultivos como de algodón y palma, pero sin que hasta ahora haya programas concretos.
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