Una bebé de tres meses y su madre de 15 años, residentes en el edificio Tuira, resultaron ayer afectadas por los gases lacrimógenos que lanzaron los antimotines a los obreros que protestaban en la entrada de Condado del Rey.
La madre Yuriet Arana y su hija Camila, tuvieron que ser auxiliadas por los vecinos, quienes las llevaron a la policlínica de la CSS en Betania.
En el Cuarto de Urgencia a Camila le colocaron oxígeno para limpiarle las vías
respiratorias. La bebé presentaba los ojos y el resto de la cara rojos. A su llegada al nosocomio lloraba, y estaba irritable.