Guatemala reactivó la pena de muerte al resolver un vacío legal que tenía en suspenso la aplicación de esta condena desde el 2002, con lo que se suma a EE.UU. y Cuba, los únicos países de América que aún imponen este castigo.
En el mundo 69 países, en su mayoría asiáticos y de Oriente Medio, aplican la pena capital para los delitos comunes.
El Parlamento guatemalteco aprobó ayer una ley que restituye al jefe de Estado la potestad de conceder o no el "recurso de gracia" a los condenados a muerte, lo que pone fin al vacío jurídico planteado en 2002 por el entonces presidente Alfonso Portillo.
En ese año la Corte de Constitucionalidad decidió, a solicitud de Portillo, dejar en suspenso la aplicación de la pena máxima al considerarla inconstitucional, ya que la ley no precisaba cuál autoridad debía conocer los recursos de gracia.
En ese fallo, la Corte ordenó al Parlamento enmendar la ley y precisar cuál autoridad debía tener la última palabra al respecto, algo que hizo hasta ahora por iniciativa del opositor Partido Patriota (PP, de derecha).
Con la entrada en vigencia de la ley aprobada, el presidente Alvaro Colom, quien durante la campaña electoral se declaró abolicionista de la pena capital, tendrá que decidir el futuro de los 34 reos que permanecen en el corredor de la muerte.
Hasta ahora las últimas penas de muerte aplicadas en Guatemala fueron las de Amílcar Cetino y Tomás Cerrate, en junio de 2000, por el asesinato y secuestro de una empresaria.
En América, aunque muchos países contemplan la pena de muerte en su legislación, ésta no se aplica desde hace años o décadas.
ESTADOS UNIDOS EL PRINCIPAL: EN AMERICA
Estados Unidos es el país del continente que sobresale por la aplicación de este castigo, restablecido por el Supremo en 1976, fecha desde la cual se han llevado a cabo 1,099 ejecuciones.
En diciembre pasado Nueva Jersey se convirtió en el primer estado de EE.UU. en abolir la pena de muerte, y hace cinco días la ejecución en la silla eléctrica quedó desterrada, después de que dicho método fuera declarado anticonstitucional en Nebraska, el único estado que usaba dicho artefacto.