Uno de los principales líderes de Hizbulá, Emad Mughaniya, fue asesinado en un atentado con coche-bomba en Damasco que su grupo atribuyó a Israel, un día antes de que se cumpla el tercer aniversario por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri y cuando el Líbano está en máxima alerta.
El mediodía de el gobierno israelí no ha hecho ningún comentario a las acusaciones de Hizbulá.
"No hay ninguna reacción y no creo que la vaya a haber durante el día", dijo Mark Regev, portavoz de la Oficina del Primer Ministro de Israel, Ehud Olmert.
Tampoco Siria ha hecho alusión a este atentado perpetrado en su propio suelo.
Un ex jefe de los servicios secretos israelíes (Mosad), Danni Yatom, describió a Mughaniya -en unas declaraciones reproducidas por Al Yazira- como el segundo hombre de Hizbulá tras el jeque Hasan Nasralá, quien también vive en la clandestinidad por saberse objetivo de Israel.