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Los rusos Elena Berezhnaya y Anton Sikharulidze se llevaron la medalla de oro en la competencia de parejas del patinaje artístico.  |
Los Juegos Olímpicos de Invierno ya tienen su primera polémica.
En un resultado que seguramente dará que hablar durante el resto de los juegos, los rusos Elena Berezhnaya y Anton Sikharulidze se llevaron la medalla de oro en la competencia de parejas del patinaje artístico.
La rechifla no tardó apenas se conoció el fallo de los jueces. Los canadienses David Pelletier y Jamie Sale se habían ganado el favor de los espectadores en el Salt Lake Ice Center.
Minutos antes, los canadienses habían cautivado a todos con una rutina excepcional, impecable. Pelletier dio por descontado el oro, se hincó y besó el hielo de la pista.
Los rusos, que habían cometido una falta técnica en una de sus rutinas, ganaron por un margen 5-4, según los jueces.
Anonadados por el fallo, los canadienses si acaso le otorgaban crédito al desenlace. "Así es este deporte. Es cuestión de criterio", indicó Sale al borde del llanto.
Algunos inmediatamente señalaron la conformación del panel de jueces, y el hecho que suelen votar en bloque.
Tres de los jueces que se inclinaron por los rusos provinieron de países de Europa oriental (Rusia, Ucrania y Polonia), mientras que los otros dos fueron de China y Francia.
Los canadienses recibieron el voto de los jueces de Alemania, Estados Unidos, Japón y los de su país natal.
Los rusos rechazaron de plano las acusaciones de parcialidad.
"Elena y Anton debieron haber ganado varias competencias en los dos últimos años, en las que siempre salieron favorecidos otros", declaró la entrenador Tamara Moskvina en alusión a una serie de derrotas de los rusos. "Nunca acusamos al bloque norteamericano. Aceptamos la derrota y punto".
Según los canadienses, la medalla de oro debe ser ganada a fuerza de méritos y no obsequiada. "Es un fallo vergonzoso para nuestro deporte", afirmó la coreógrafa de los canadienses Lori Nichol.
Los canadienses venían entonados por una racha de nueve victorias, entre ellas la del campeonato mundial, y asomaban como capaces de frenar la supremacía rusa en las parejas, que se remonta a 1964.
"Esto duele mucho. Creo que hicimos todo lo posible para llevarnos el oro", indicó Sele.
En la rueda de prensa, los rusos tuvieron que encarar preguntas cargadas de ironía. |
