HOJA SUELTA
Mujer asesinada

Eduardo Soto P.
Ayer en la tarde, cuando los dueños de yates de Amador salieron de faena, encontraron un cadáver y no peces. Era una jovencita de unos 23 años, semidesnuda, que llevaba puesto sólo un zapato, en su pie derecho, con un largo tacón de punta. La poca ropa que le quedó (unos jeans y una blusita blanca) estaba destrozada, lo que evidencia que fue víctima de un acto violento, posiblemente violación carnal. A pesar de todos los años en este rudo oficio del periodismo policíaco, cuando vi las fotos me aterré. La cara, linda y reluciente, estaba contraída por lo que pensé que el final debió ser muy doloroso, y tenía los redondos y aún frescos pechos descubiertos. La víctima era idéntica a la estudiante Ana Carolina Blanco -de 22 años- a quien yo había publicado como extraviada ese mismo día en la contraportada del diario. Ella está perdida desde el 24 de enero. Que apareciera por la tarde, muerta en las aguas del Canal, me heló la sangre. El fotógrafo (el mítico Domingo Romero) me aseguró que ese cuerpo no tenía más de 12 horas en el agua, y el tono suave de la piel de la muerta ayudaba a pensar así. Tenía el cabello largo y negro, bien cuidado, lo mismo que las cejas, lo que hizo pensar con buen tino que no se trataba de una chica de los bajos fondos, sino de la clase media. ¿Será Ana? La Policía dice que sí; la PTJ asegura que no; el forense señaló: "es ella... ese es el informe que yo manejo", y un gringo que me llamó hace una semana para reportarla como perdida, me juró que fue a ver el cadáver a la morgue y "no es ella, gracias a Dios". Al final, quedé con la intriga metida entre ceja y ceja. "Para que flotara hacia la entrada del Canal de Panamá, a esa mujer la mataron en la Calzada de Amador ¡o en un yate de placer mar afuera!", me dijo un marino experto y gigante que conozco de San Felipe, y sabe mucho de las corrientes que dominan la bahía. Él asegura que la pudieron matar en un carro la noche anterior en el "Causeway" y la lanzaron al agua, o bien pudo caerse (¿o la tiraron?) desde la cubierta de un bote mar afuera, lo que significaría que el asesino puede ser un chico rico. Sea como sea, la muchacha terminó muy mal, tal vez por estar en el lugar inadecuado a la hora inadecuada. Y pensé en mis hijas... en mis dos bellas tiranas y quisiera estar siempre con ellas para que no les pase algo así.
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