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Londres desmiente declaraciones alarmistas sobre la salud de Pinochet
Agencias
Internacionales
La policía británica relativizó este sábado las declaraciones alarmistas hechas la víspera por allegados de Augusto Pinochet en Santiago sobre una agravación del estado de salud del ex dictador chileno, al acercarse, la próxima semana, la decisión judicial sobre su extradición. "Augusto Pinochet está bien, no ha sido transportado al hospital", aseguró este sábado un portavoz de Scotland Yard a la AFP, indicando que el ex jefe de la junta militar chilena se encontraba aún bajo custodia en su residencia de Surrey (oeste de Londres). "No tenemos conocimiento de que su estado de salud se haya deteriorado", confirmó el Ministerio del Interior. El viernes, el presidente de la Fundación Pinochet en Santiago, el general retirado Luis Cortés Villa, dijo que "el general Pinochet está en un estado de desánimo, bajo una depresión bastante seria.Podemos temer cualquier cosa, que en este minuto se escaparía de la mano de cualquiera de nosotros". "Realmente esto es serio, y no se hace con el afán de alarmar a nadie, ni de crear elementos adicionales para que regrese antes", subrayó, dando a entender que algunos miembros de su familia podrían viajar para estar a su lado. Según el Ministerio británico del Interior, ningún miembro de la familia de Pinochet había contactado a la policía este sábado para solicitar un derecho de visita al enfermo. Si es notorio que la salud de Pinochet, quien tiene 84 años de edad, es frágil --sufre de diabetes y tuvo varias alertas cardíacas en los últimos meses-- el hecho de que no haya sido trasladado al hospital parece contradecir que esté grave. Uno de sus abogados en Londres, Hernán Errazuriz, interrogado por la AFP, dijo que no tenía "nada que declarar al respecto". La Fundación Pinochet ha hecho en los últimos meses varias declaraciones alarmistas sobre la salud del ex dictador. La justicia británica debe decidir la semana próxima, en una fecha que no ha sido fijada aún, si el informe médico en que se basa el ministro del Interior británico, Jack Straw, para anunciar que está dispuesto a liberar a Pinochet por razones de salud, puede ser revelado a las partes que lo piden. Bélgica y seis organizaciones de defensa de los derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, depositaron un recurso en ese sentido y exigen poder someter a Pinochet a nuevos exámenes médicos. Para los opositores al ex dictador en Londres, las afirmaciones que se hicieron en Santiago justifican, hoy más que nunca, el levantamiento del secreto médico. "Si Pinochet, su familia y sus partidarios quieren que les creamos, deben hacer públicos los detalles concernientes a su salud", declaró un miembro del Comité chileno por la Justicia. "Si hay un cambio notable en la salud del senador Pinochet, y que ello se invoca para evitar la extradición, entonces Jack Straw tiene la oportunidad de reparar los errores que cometió anteriormente", dijo un portavoz de la Fundación de ayuda médica a las víctimas de la tortura. El general Cortés Villa dijo que no quería presionar para que Pinochet regrese antes de lo previsto a Chile. Sin embargo está claro que los partidarios de Pinochet recibieron un golpe la semana pasada al enterarse que la justicia británica aceptaba los recursos que permiten la revisión judicial de la decisión de Straw. El Alto Tribunal puede rechazar luego dichos recursos, pero ello no implica una liberación rápida de Pinochet. El gobierno belga y Amnistía ya anunciaron que apelarán ante la jurisdicción suprema de la Cámara de los Lores.
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