Dos de las ausencias más destacadas en la noche de los Grammy fueron la del rapero Chris Brown y su novia Rihanna, ambos con actuaciones previstas dentro de la gala en el Staple Center de Los Ángeles (California). Sólo 90 minutos antes de la ceremonia, la Policía hizo público un comunicado en el que informaba que el cantante estaba prestando declaración en torno a una presunta agresión motivada por una discusión de tráfico.
El comunicado de la Policía explicaba que Brown y "una mujer" sin identificar conducían en sendos vehículos cerca del Hancock Park de Hollywood cuando se enzarzaron en una discusión.