Euclides Miranda Jurado se siente solo, y por eso quiere localizar a su familia.
Este chiricano ha perdido todo contacto con su tierra, la que dejó en compañía de su padre cuando era un niño. Era tan pequeño entonces que no se acuerda de su madre.
Es un ciudadano de varios mundos, pues nació en Chiriquí, y vivió varios años en Cañitas de Chepo, donde murió su padre; ahora lo encontramos en Yape, Darién.
Se enteró de que soy periodista, y se me acercó con algo de timidez, pero resuelto a hablar.
- ¿Ve.. cree usted que me puede ayudar a encontrar a mi familia en Chiriquí?, preguntó.
Esto, más que sorprenderme, me inquietó. Euclides aparenta más edad de la que tiene. El próximo 13 de julio cumplirá 55 años. Lo comprobé cuando me mostró su documento de identidad personal.
Euclides nació en Barú, sabe que tiene hermanos, pero no ha tenido ningún contacto con ellos ni con su madre.
Cuando vio que yo tomaba notas de lo que decía, no tardó en aclarar que aunque en su cédula consta que su nombre es Euclides, su apodo es Jaime. Mientras lo dice, su mirada se ilumina de esperanza.
- Mire, yo me mantengo de la agricultura, pero sé de albañilería y carpintería-, confiesa con el entusiasmo propio de quienes se sienten útiles.
La soledad de Euclides es triple. Su padre murió, no sabe nada de su familia y no tiene esposa ni hijos.
-He tenido tres compromisos, pero parece que cuando las mujeres se dan cuenta de que no les puedo dar hijos, me abandonan-, dice con un tono de tristeza infinita.
Quienes lean esta nota y conozcan a algún familiar de Euclides le pueden avisar que lo localizan en el número 333-2548. La gente que vive en Yape sabe que cuando suena el único teléfono público de la comunidad hay que tomar la llamada y dar el recado.
TELEFONO PUBLICO: LLAMADA
En Yape toda llamada es importante, cada residente es mensajero, incluyendo a los niños y niñas de la comunidad. Mientras tanto Euclides o Jaime espera con ansias la bendita llamada que mitigue su soledad y acabe con su incertidumbre.