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Las mujeres Afroantillanas demostraron sus dotes en la costura, vistiendo sus trajes típicos, durante la Feria Afroantillana.  |
Alejado del bullicio y el desorden típico del Carnaval panameño, la comunidad Afroantillana celebra a su propio estilo estos cuatro días fiesta. A ritmo de congo, jazz y calipso, desde hace 21 años estos panameños, en un acto de solidaridad con el Patronato del Museo Afroantillano, organizan con meses de antelación la feria familiar de carnaval.
Tal y como explicó la señora Silvia Murray de Keng, organizadora de la celebración, esta actividad es sin fines de lucro. Sostuvo que la recaudación de la feria es exclusivamente para el mantenimiento y restauración del Museo Afroantillano declarado patrimonio histórico de la nacionalidad panameña.
Ubicado en el corazón de Calidonia y un ambiente enteramente gastronómico y artístico, el folklore se conjuga para darle a la familia un rato de esparcimiento sano y de gran calidad.
En la feria Afroantillana hay de todo, hasta para aquellas personas con gustos y paladares exigentes como mariscos, saos y platos propios de los grupos negroides. La feria Afroantillana está abierta a todo público que desee disfrutar de unos carnavales diferentes y menos agotadores. |